Monarquia Wiki
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   Países Independientes Monárquicos

{{Infobox |bodystyle = width:20em; |name = Rangos de Nobleza |title = Rangos de lazxdf La monarquía es una forma del Estado en la que una persona tiene derecho a reinar como cabeza del mismo, en general por vía hereditaria ó aristocratica, con carácter vitalicio.

Historiografía[]

Sistema de gobierno[]

A través de la historia muchos monarcas han ostentado poder absoluto, a veces sobre la base de su supuesta divinidad. En el antiguo Egipto, por ejemplo, el faraón era una deidad, al igual que algunos gobernantes orientales. El sistema imperial en China otorgaba al emperador el poder supremo y la mayoría de los Estados de la antigua India eran monarquías. En la edad media la monarquía se había extendido por toda Europa, fundamentada muchas veces en la necesidad de un dirigente autoritario que pudiese convocar y dirigir a las tropas necesarias para la defensa del territorio. Las monarquías europeas eran dinásticas: el hijo mayor o el descendiente varón más próximo heredaban el trono. Como muchos dirigentes medievales obtenían soldados y armas de los señores feudales, dependían así de la lealtad de la nobleza para mantener su poderío de las chivas


El poder del rey puede ser absoluto o estar muy limitado, como es usual en las monarquías actuales sometidas a regulación constitucional en la mayoría de los casos; El nombre con que gobiernan varía según las zonas y la estructura jurídica de su gobierno (reyes y reinas, emperadores y emperatrices, zares y káiseres). Con el declive del feudalismo y la aparición de los Estados nacionales, el poder fue centralizado en un solo soberano. En principio estos gobernantes eran apoyados por la naciente clase media o burguesía, que se beneficiaba de la existencia de un gobierno central fuerte que mantuviese el orden y una situación estable para el desarrollo del comercio. Entre los siglos XVI y XVII, los monarcas absolutos como el rey Enrique VIII de Inglaterra y el rey Luis XIV de Francia gobernaron los países europeos. Los abusos de poder y la insatisfacción creciente de la burguesía ayudaron a la caída de muchas monarquías absolutas: las revoluciones en Inglaterra en el siglo XVII y en Francia en el XVIII marcaron hitos en la limitación del poder absoluto.

La monarquía constitucional es la idea moderna de una monarquía limitada constitucionalmente se consolidó con lentitud en la mayor parte de Europa. Durante el siglo XIX el poder parlamentario creció mientras que disminuía el poder del monarca, incluso monarquías occidentales dejaron de existir después de la I Guerra Mundial, como las de Rusia, Alemania y Austria. En algún caso otras fueron sustituidas por gobiernos comunistas. Aún sobreviven algunas monarquías constitucionales, ante todo como símbolos de la unidad nacional. Entre las más antiguas están las de Gran Bretaña, España, los Países Bajos, Noruega, Suecia, Dinamarca y Bélgica.

Cartografía

1900-2000
Archivo:Monarchy 1900-2000.svg
   Países Independientes Monárquicos

1800-1900
Archivo:Monarchy 1800-1900.svg
   Países Independientes Monárquicos

Monarquía absoluta[]

La monarquía absoluta es una forma de gobierno en la que el monarca (lleve el título de rey, emperador, zar o cualquier otro) ostenta el poder absoluto. No existe en ella división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). Aunque la administración de la justicia pueda tener una autonomía relativa en relación al rey, o existan instituciones parlamentarias, el monarca absoluto puede cambiar las decisiones o dictámenes de los tribunales en última instancia o reformar las leyes a su voluntad (La palabra del rey es ley). Nombra y retira a sus asistentes en el gobierno a su voluntad. La unidad de todos los poderes suele considerarse justificada por considerar que la fuente del poder es Dios y que los monarcas ejercen la soberanía por derecho divino de los reyes. No hay mecanismos por los que el soberano (que no reconoce superiores) responda por sus actos, si no es ante Dios mismo.

Monarquía constitucional[]

Queen Elizabeth II and Prince Philip

La Reina Elizabeth II y el Príncipe

La monarquía constitucional formó parte decisiva en la evolución constitucional europea desde los primeros momentos: no se pensó en 1791 o en 1812 en eliminar al Rey de la Constitución, sino en colocarlo en un lugar de la misma que permitiera el gobierno constitucional, el control político del poder por parte de las Asambleas representativas. En estos primeros tiempos lo que predominó, como en el caso de la República americana, fue la separación estricta de poderes, y como consecuencia la falta de comunicación entre el Rey y las Asambleas; es lo que podemos denominar las «Monarquías de Asamblea», destinadas a una corta vida, por la paralización política fruto de los constantes enfrentamientos, de la tendencia constante a movimientos de vaivén entre la revolución y la contrarrevolución.

A partir del reflujo conservador que invadió el continente tras la derrota de Napoleón, cuando se necesitó «aristocratizar el concepto de representación» para frenar los ensayos democráticos, fue cuando la Monarquía adquirió todo su sentido en el nuevo régimen que se abría paso con decisión. El refuerzo monárquico que supuso la derrota de Napoleón a manos de la Santa Alianza, ofreció la ocasión de ensayar nuevamente la Monarquía Constitucional; para entonces ya el ejemplo inglés, siempre presente ofrecía mucho más claramente que antes otros matices en su práctica política. Ahora una nueva institución no prevista en las teorías constitucionales, venía a procurar el medio de convivencia entre los poderes; y con ello a situar a la representación nacional, no en el centro y motor del poder político, sino como uno de los poderes que iban a decidir sobre la gobernación del país.

La institución de la que hablamos era el Gobierno, que como Consejo de Ministros surgía del Parlamento pero era nombrado por el Rey, descubriéndose así un nexo de unión o al menos de comunicación entre poderes hasta entonces enfrentados directamente y sin posibilidad práctica de convivencia, como habían demostrado los fracasos de los primeros modelos monárquicos de Asamblea de 1791 en Francia y de 1812 en España. Ésta fue la decisiva aportación de la monarquía constitucional inglesa al proceso constitucional continental.

Si los ingleses denominaron monarquía constitucional a la monarquía desde el momento que asimiló la separación de poderes, es decir tras el derrocamiento de la monarquía absoluta, cuando el Rey se vio obligado a respetar el Bill of Rights y todas las leyes o costumbres que limitan su poder, en el continente el término de «Monarquía Constitucional» vino a significar algo mucho más concreto, un modelo específico, que fue el que definieron los alemanes desde principios del XIX como reacción tanto al proceso revolucionario, con el predominio de las Asambleas, como al modelo parlamentario por el que los liberales más moderados aceptaron, adaptándolo, los avances del constitucionalismo liberal; de este modo, denunciaron los teóricos alemanes, estos llamados en Francia doctrinarios colocaban a la representación nacional al mismo nivel que la Monarquía por medio de esa nueva institución que era el Gobierno, y que parecía moderar el proceso revolucionario, pero que, según su punto de vista, lo hacía triunfar definitivamente.

Monarquía parlamentaria[]

La monarquía parlamentaria es la forma de gobierno común en muchas democracias occidentales actuales, en el que el rey ejerce la función de Jefe del Estado bajo el control del poder Legislativo (Parlamento) y del poder Ejecutivo (Gobierno), es decir, el rey reina pero no gobierna (expresión debida a Adolphe Thiers). Las normas y decisiones emanadas del Parlamento regulan no sólo el funcionamiento del Estado sino también la actuación y funciones del propio rey. En este tipo de sistema político el monarca sanciona las leyes y decretos que le son presentados para firmar por parte del Gobierno y Parlamento.

Monarquía subnacional[]

La monarquía subnacional son regiones ó territorios monarquícos dentro de otro tipo de sistema de gobierno (igual ó diferente), por ejemplo, un país con un sistema de gobierno repúblicano federal, el cual tenga una región autónoma gobernada por un monarca; Zulú en Sudáfrica ó las regiones Ankole, Buganda, Bunyoro, Busoga, Toro en Uganda.

Monarquía electiva[]

La monarquía electiva es una forma de gobierno monárquica en la cual el monarca es elegido por votación a través de una asamblea, dicho caso como en estados de (Malasia, Samoa, Vaticano). A diferencia de la democracia, los electores y los candidatos pertenecen a algún cuerpo restringido de compromisarios, por el cargo ocupado, la pertenencia a un estamento (nacimiento), o algún tipo de condición personal o social. En los pueblos germánicos en el momento de invadir el Imperio Romano (siglo III al siglo V) disponían de una institución equivalente a la monarquía temporal electiva para tiempos de guerra, elegida por la asamblea de guerreros. Con el tiempo la institución se convirtió en una monarquía vitalicia. Siguió siendo electiva, aunque la esencia de la elección se fue desvirtuando por la práctica de la asociación al trono. Esta consistía en que el rey asociaba al reinado a una persona -normalmente, pero no necesariamente el hijo mayor- en sus últimos años, de un modo similar a lo que habían hecho los emperadores romanos.

Monarquía federal[]

La monarquía federal ó representativa es una federación de estados con un solo monarca como Presidente de la federación, pero conservando los títulos monárquicos, que además de poseer un sistema de gobierno no-monárquico por parte de los estados unidos a la federación.

Mancomunidad Británica[]


Monarquía hispánica[]

External   Véase también «Dinastía Borbón».
Reyes de España

La actual familia real española es el mejor ejemplo de cómo la institución monárquica puede ejercer un papel moderador y consolidador del Estado constitucional y de Derecho. Sus miembros, cada uno en sus respectivas funciones, son modelo de los valores característicos de las sociedades democráticas.

La monarquía hispánica es una entidad política formada por el conjunto de los territorios pertenecientes a los soberanos españoles de la Casa de Habsburgo, cuya existencia se prolongó desde 1516 hasta 1700. Llamada asimismo Monarquía de los Austrias (por ser éste el nombre con el que se conoce también a los Habsburgo españoles), Católica, Castellana y de España o Española. Sus orígenes se hallan en el reinado de los Reyes Católicos, que dio comienzo en lo que se refiere a Castilla en 1474, en tanto que su final definitivo suele ser puesto en relación con la firma de los Tratados de Utrecht, acordados entre 1713 y 1715, cuando ya la Casa de Borbón había sucedido a la de Habsburgo en el trono hispano. El matrimonio en 1469 de Isabel y Fernando, futuros reyes de Castilla y Aragón, sentó las bases para que las dos grandes coronas —o conjuntos de reinos, esto es la Corona de Castilla y la Corona de Aragón de la entidad política que habría de denominarse España pasaran a manos de un único rey, el heredero de ambos, que recibiría también los reinos y territorios conquistados o adquiridos por ellos; Granada, Nápoles y Navarra, además de las islas Canarias, una serie de plazas en el norte de África y los amplios espacios americanos avistados desde 1492 por Cristóbal Colón, la mayor parte de los cuales estaba aún por descubrir y conquistar.

La monarquía hispánica se convirtió en un formidable conjunto territorial como consecuencia de la confluencia, en parte fortuita, en la persona del emperador Carlos V (Carlos I de España) de cuatro grandes líneas dinásticas: la castellana con las Indias (heredada de su abuela materna, Isabel I la Católica), la aragonesa con sus posesiones mediterráneas (proveniente de su abuelo materno, Fernando II el Católico), la de Borgoña y los Países Bajos (de su abuela paterna, María de Borgoña), y la de la Casa de Habsburgo con el Sacro Imperio Romano Germánico (herencia de su abuelo paterno, el emperador Maximiliano I, título imperial al que Carlos accedió por elección en 1519). Otro gran incremento territorial, añadido al que en 1540 supuso la anexión del Milanesado efectuada por el Emperador, se produjo en 1580, cuando el hijo de Carlos V, Felipe II, incorporó Portugal y su Imperio ultramarino, que permanecieron en el seno de la monarquía hasta mediados del siglo XVII.

Se constituyó así una realidad política que no sólo se asentaba sobre amplias zonas de Europa, sino que tenía a su vez súbditos en varios continentes. Sin embargo, tal como ocurriera con los Reyes Católicos, y de acuerdo con la tradición política federal de la Corona de Aragón, cada uno de los reinos y territorios mantuvo sus instituciones, leyes y privilegios así como su moneda y aduanas. No se produjo, por tanto, ningún proceso de integración o fusión dentro del conglomerado que fue dado en llamar Imperio español.

aqgustin es un militar o como dirian un LIMITARson iguales y tienen desventajas y ventajas bueno la monarquia puede ser buena y la democratica igual pero dios quiere que seamos justos les deja el mensaje gamer suscribite.<nowiki>Insertar aquí texto sin formato[[Medio:[[Medio:Medio:Ejemplo.ogg--187.252.72.116 00:33 22 feb 2014 (UTC)[[Archivo:Ejemplo.jpg[[Título del enlace]]]]]]]]</nowiki>

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